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Deudas, la punta del iceberg

¡Que desmadre es el mundo de las finanzas! Deudas, un tema demasiado extenso, tabú y que nos encanta fingir que no existe.

 

Déjame decirte, aquí estoy yo para ayudarte a desentrañar el enredo y mover esos números, pero déjame advertirte: ¡Te voy a quitar la tranquilidad por un tiempo!

 

Cuando se trata de deudas, el TDAH puede añadir una capa extra de complicación a la situación financiera. ¿Por qué? Porque con nuestra tendencia a comprar por impulso y postergar tareas importantes, es fácil caer en el abismo de la deuda.

 

Imagina esta situación: estás en la tienda, solo planeabas comprar un par de cosas básicas, pero de repente, ves algo que te llama la atención y lo compras sin pensarlo dos veces. Esto no solo aumenta tu deuda, sino que también genera sentimientos de culpa, vergüenza e incluso ansiedad por las consecuencias financieras.

 

Y luego está el ciclo de procrastinación. Sabes que tienes que hacer frente a tus deudas, pero siempre hay algo más urgente, más emocionante o simplemente más interesante en lo que ocupar tu tiempo y energía. Así que postergas el pago de tus facturas, ignoras los recordatorios y terminas enfrentando aún más intereses y cargos por mora.

 

Pero aquí está la buena noticia: reconocer cómo el TDAH afecta nuestras finanzas es el primer paso hacia el cambio. Con estrategias como establecer recordatorios automáticos de pago, crear un presupuesto realista y buscar apoyo en amigos, familiares o profesionales financieros, podemos comenzar a desentrañar este lío y tomar el control de nuestras vidas financieras.

 

No se trata solo de pagar deudas, se trata de recuperar nuestra paz mental y nuestra libertad financiera. Así que, ¡vamos a enfrentar esas deudas juntos y salir victoriosos!

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